BUENOS AIRES.- Un ladrón asaltó un comercio en la localidad de Pergamino. Después huyó del local, pero al verse rodeado por la policía, se suicidó disparándose un tiro en la cabeza. El delincuente armado y con el rostro cubierto con una capucha entró a una colchonería, donde estaban el dueño y una empleada.
Adentro del comercio, el ladrón amenazó a gritos y logró dominar a las dos personas. En cuestión de minutos sustrajo alrededor de $ 2.000 que había en la caja registradora. De inmediato escapó en una moto que había dejado estacionada en las cercanías.
Según fuentes policiales, al menos seis testigos vieron lo que había ocurrido, porque el negocio está en el centro de Pergamino y a esa hora había un importante movimiento de gente. Ellos avisaron a la policía a través de la línea 101, tras lo cual se irradió un alerta a las unidades policiales que estaban en la zona.
Un efectivo de la comisaría 1ra. que se desplazaba en una moto divisó al maleante cuando iba huyendo a gran velocidad.
En ese momento, comenzó una persecución por las calles de la ciudad, pero a las pocas cuadras el delincuente perdió el control del rodado y cayó al piso. Se levantó y siguió la fuga a pie. En la siguiente esquina, al menos cinco efectivos rodearon al delincuente, que en primera instancia les apuntó con el arma, pero luego les gritó que se iba a matar. "Me van a llevar, pero muerto", gritó el ladrón.
El dinero
Los policías trataron de disuadirlo, pero el delincuente se pegó un tiro en la cabeza y murió en el acto. Entre la ropa del individuo -quien tenía antecedentes delictivos y estuvo detenido hasta enero pasado- se halló el dinero robado. Además, se secuestraron un revólver calibre 38 largo y la moto del asaltante. (DyN)